Vigo, conocida como la ciudad olívica, es la ciudad más grande de Galicia y ofrece las más variadas posibilidades: naturaleza, historia, cultura,… Todo un mundo por descubrir. Porque Vigo posee el encanto de una ciudad industrial, emprendedora, cosmopolita y llena de vitalidad, donde se conjugan innovación y tradición.

El Vigo industrial ofrece una alternativa al visitante, que puede conocer así una de las caras más sorprendentes de la ciudad: el naval, la pesca, la conserva, el automóvil, los negocios… Múltiples actividades que nos acercan la esencia viguesa.

Su origen pesquero nos ha dejado un casco antiguo de fuerte sabor marinero, que contrasta con las modernas instalaciones de sus puertos deportivos. Esta localidad es un excepcional punto de partida para disfrutar de las poblaciones de la Ría de Vigo y de las Islas Cíes, integradas en el Parque Nacional de las Islas Atlánticas. La gastronomía costera gallega, fundamentada en pescados y mariscos, es un aliciente más para viajar a esta región.

El puerto de Vigo, uno de los puertos naturales mejores del mundo, dio origen a esta población rodeada de montañas. Sus cualidades marítimas, aprovechadas ya en tiempos de los romanos, han dado lugar a sus actuales puertos deportivos, muelle trasatlántico e industria pesquera y conservera. Todo ello ha contribuido al desarrollo urbano de Vigo, en el que se combina el caserío popular marinero, con importantes construcciones históricas y grandes avenidas ajardinadas.

 

Cidade Vella

El casco viejo, la Cidade Vella, se articula en torno al antiguo barrio marinero de O Berbés, cerca del puerto. En este barrio, de Interés Turístico Histórico, se encuentran los soportales de la Plaza de la Constitución, calles pesqueras y casas blasonadas. En este entramado de pequeñas calles, donde las fachadas suelen tener miradores acristalados, destaca la Colegiata de Santa María, la Concatedral de Vigo-Tui. Se trata de una construcción neoclásica erigida sobre los restos de una iglesia gótica incendiada por el pirata Drake. En esta área podemos visitar el Mercado do Pedra, un lugar único donde adquirir y degustar las ostras gallegas.

El Vigo más actual se despliegue en el triángulo formado por Puerta del Sol, Colón y Urzáiz. Entre grandes avenidas encontramos edificios insignes como el Centro Cultural García Barbón, obra de Antonio Palacios. En la zona moderna se alza uno de los mejores miradores sobre la ría de Vigo, el Monte do Castro. Entre bosques y espacios recreativos se encuentran los restos de los castros que formaban el asentamiento primitivo, además de las ruinas del Castillo O Penso, del siglo X. Sobre su trazado, se levantó en el siglo XVII el actual Castillo de la Torre.

Los montes de A Madroa y A Guía, que rodean a la ciudad de Vigo, componen observatorios excepcionales desde donde admirar el paisaje circundante. En el primero podemos visitar el Parque Zoológico, mientras que en el Parque Municipal de la Guía se alza la ermita de Nosa Señora da Guía.El Museo del Mar de Galicia, situado en la Punta do Muiño, en la parroquia de Alcabre, consta de edificios, jardines, plaza y muelle. Este conjunto, obra de Aldo Rossi y César Portella, alberga diferentes elementos relacionados con el mar.

La Ría de Vigo

Vigo es una ciudad bien comunicada, a través de autovía y aeropuerto. Desde su estación marítima se pueden contratar pasajes para viajar a las poblaciones marineras de Cangas y Moaña, al otro lado de la ría, e incluso navegar hasta las islas Cíes. Las Cíes pertenecen al Parque Nacional de las Islas Atlánticas, y sus abruptos acantilados y dunas son el hogar de miles de ejemplares de aves migratorias.

El recorrido de la Ría de Vigo nos depara la contemplación de villas históricas como Baiona. Su Parador de Turismo, un increíble mirador sobre el Atlántico, alterna elementos de su pasado como fortaleza medieval con vestigios de arquitectura señorial gallega. Su restaurante nos ofrece tanto platos tradicionales como recetas imaginativas elaboradas con productos de la región, como la lubina con navajas en salsa de grelos. Las playas de Nigrán, las ostras de Arcade y, hacía el interior, el balneario de Mondariz, son algunos de los incontables atractivos de la zona.La provincia de Pontevedra nos ofrece también su capital, situada en la ría de su mismo nombre. En el entramado de calles y plazas de su casco histórico destacan importantes construcciones religiosas y civiles. El palacio de los Condes de Maceda acoge al Parador de Turismo de la ciudad, un privilegiado alojamiento donde pernoctar durante nuestra estancia. Otro de los puertos más importantes de la Ría de Pontevedra es Marín, conocido por su Escuela Naval Militar. Combarro, Sanxenxo y Portonovo son otras localidades de interés y excelentes playas, además de las Islas de Ons, que cierran la ría y forman parte del Parque Nacional gallego.